Anécdotas tras el telón
La Reforma, que empezara el fraile
Martin Lutero en Octubre de 1517 cumple 503 años Y donde otros religiosos fracasaron aquel varón tuvo éxito pues fue el primero que utilizo la prensa escrita para comunicar los desacuerdos o protestar y por eso también celebramos el nacimiento de la libertad de expresión.
(¿Por que te has ido tan lejos?)
En el XII. Un comerciante de Lyon Pedro Valdo,
vió caer sin vida a un amigo y quedó tan impresionado por aquella circunstancia
que busco consejo y le leyeron la historia de Jesús y el hombre rico. Como era
comerciante y pudiente contrató a unos monjes para la tradujeran del latín
empezando a evangelizar. Aquello era delito y fue perseguido por la Iglesia que
se reservaba el derecho de interpretarla para de ese modo manipular al vulgo
que no era leído en gran manera.
Los valdenses crecieron y se distribuyeron en
todo Europa donde aún perseveran en la sana doctrina. O sea, al Papa le salió
el tiro por la culata. La siguiente centuria los precursores fueron Han Huss y
John Wickiff el primero nació en Bohemia (Checoslovaquia) dónde estudio teología
se ordenó sacerdote y más adelante dictó cátedra en la Universidad de Praga.
Fue impulsor de la reforma eclesiástica checa, discrepó con la autoridad del
Papa quien lo declaró hereje fue perseguido y quemado vivo. El segundo,
Wicliff, también estudioso de las Sagradas Escrituras y reformador inglés, nos
hizo el favor de traducirla, a su lengua natal, aquello le valió la persecución
de Roma.
La
actitud de la iglesia ha cambiado y lo afirmamos categóricamente porque desde
esa ocasión si alguien reclama o protesta y tiene eco o sustento bíblico será
escuchado.
La homosexualidad es problema de autoestima y antibìblico. Y a quienes andan en ello hay que denunciarles el pecado. Si creen se arrepienten y aceptan a Jesucristo cómo Señor y Salvador a Él sea la gloria.
El comentario del actual Papa es herético, apostasía
o exabrupto según como lo observemos y no merece la pena hacerle caso.
Secase
la hierba, marchitase la flor; más la
palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
Isaías 40:8
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