La probabilidad de morir el día del nacimiento es
una en treinta y un millones quinientos treinta y seis mil, esa cantidad se ha repetido alrededor de doscientos mil veces. La actriz Ingrid Bergman nació y murió un 29 de agosto, el dramaturgo inglés William Shakespeare 23 de abril y Jesús de Nazaret empezó aquella cadena, nació y murió en Pesaj (Pascua judía).
Una lectura reflexiva entre líneas desde Mateo 2:2, lo revela. Las estrellas se ven de noche, para los viajeros, anunciaban que alguien iba a venir al mundo y conocedores de su movimiento se anticiparon llegando a una ciudad iluminada y pensaron que ya lo festejaban, pero el rey que fue instalado por los romanos desconocía aquel evento, los aclaró dándoles el derrotero según Miqueas 5:2
Partiendo de ambos extremos se hizo el túnel bajo el Canal de la
Mancha los centros no coincidieron por 8 milímetros, durante el primer
alunizaje fallaron en el lugar escogido por 8 centímetros. En nuestro caso los
astrónomos sabían cuando iba a nacer, pero sus cálculos tenían un error de 8
kilómetros que es la distancia hasta Belén, Herodes no los acompaño porque
arribaron durante una celebración que requería su presencia. De las tres
anuales decretadas por Dios según Levíticos 23 la que lo exigía era Pesaj.
Para que los censos sean
certeros se realizan cuando hay fiesta. José y María enterados de aquel, tres
días antes emprendieron el periplo llegando de Nazaret en tinieblas, acomodándose
en una cueva porque no había posada y quien nació aquella fecha murió en la
misma 33 años más tarde.
La ignorancia y el temor son
maneras de manipular. Si un líder cuenta una mentira y el pueblo la cree, la
seguirá por ambas razones. Eso sucede con la Navidad cuando los rebaños están
pasteando es a fines de marzo, quienes aseveran fue en diciembre están errados
pero su grey hará lo que dicen, de esa de forma los maneja porque la verdadera
fidelidad no es a una institución que no siente ni se mueve sino al Dios
viviente.
Si asumimos la cifra del
principio como inicio de la población mundial; cuando se hizo el censo de 1950 totalizamos
2500 millones, el 2011, aumentamos a 7300. Estos dos valores reflejan que en
menos de un siglo llegamos a ser más del doble; estamos agotando recursos no
renovables, por el manejo irresponsable varias especies se extinguieron. Aunque
la esperanza de vida es mayor y desaparecieron algunas enfermedades, en vez de
cuidar el Planeta hacemos lo contrario. Con la capacidad de razonar e
inteligencia que el Creador nos regaló podríamos emigrar buscando nuevos mundos
para poblarlos y obedeciendo su palabra seremos como las estrellas. Cómo es la
voluntad del Señor: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Rom 12:2
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ResponderEliminarLa teoría de las probabilidades nos permite apreciar un crecimiento demostrable si hubo otros habitantes no hay forma de conocerlo porque no dejaron rastros
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