martes, 24 de marzo de 2020

Los samaritanos


Jesús y los samaritanos

 Lo seguían porque hacia sanidades, milagros y hablaba con autoridad pero cuando declaraba del reino de los cielos aparecían los fariseos para desacreditarlo lo dejaban entonces se marchaba a otra aldea.

Para llegar a Jerusalén a pasar su última Pascua debía cruzar por Samaria, los discípulos fueron  a comprar comida evitando aglomeraciones de gente que consideraban traidores y les esperaba en el pozo de Jacob. Era medio día una hora inadecuada para que luego de pasar casi tres años algún judío lo escuchase  y llega una samaritana, de inmediato Jesús la reconoce como la oveja perdida pues conoce su pecado pero como no vino a condenar le busca conversación pidiéndole agua, ella lo larga Jesús le responde si tuviera el don conocería que quien se la pide le puede dar "agua viva".
 La mujer se burla - No tienes con que sacarla ¿de dónde me la vas a dar o eres mayor que nuestro padre Jacob que nos dio este pozo donde bebieron él y sus hijos y ganados? -
 Le responde - Si bebe de esta agua siempre habrá sed, de la que ofrezco nunca más la tendrá.
Ella le réplica - Yo la quiero ¡Dámela! para que no la tenga y tampoco venga a sacarla -
Se refería a lo espiritual cómo no lo había entendido y para no salirse del tema le revela su pecado
 - Anda trae a tu marido
 - No lo tengo -
 Bien has dicho porque con quien vives no lo es y has tenido 5 más que tampoco lo fueron -
Y le responde - señor creo que eres profeta nuestros padres adoraron en este monte y ustedes dicen que hay que hacerlo en Jerusalén -
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros lo que conocemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Le respondió la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
 Jesús le dijo: Yo soy

Llegan los discípulos y porque dialogaba con aquella samaritana se marchan a Jerusalén, alguien concibe la idea de entregarlo.
La mujer dejando el cántaro se va  a contar lo sucedido al pueblo - ¡Escuchen vecinos! Un hombre me dijo mi pecado y me ha perdonado porque estoy viva es el Mesías vamos para qué lo conozcan -
Como solo Dios lo hace fueron a conocerle y recibirle quedándose dos días y dando origen a la costumbre de congregar que menciona el libro de Hebreos 10:25
 Luego de Pentecostés por orden de los apóstoles Pedro y Juan llegan al  lugar donde Jesús pernoctara y todos reciben el bautismo de fuego Hechos 8:14-17
 A lo suyo vino y los suyos no le creyeron más a quienes  lo hicieron a los que creen en su nombre les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios.