Iglesia Primitiva
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L
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a Iglesia está fundada sobre
la Palabra que es la roca contra la cual ninguna fuerza prevalecerá. Cuando se
la considera como material se erosiona y con el tiempo se contamina o corrompe.
Lo espiritual se maneja como Dios decide de manera que Simón pasó a llamarse Pedro y luego de la
resurrección Jesús sigue siendo el Verbo sobre el que empieza la Iglesia y
permanece por siempre.
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Región de Samaria |
Después del bautismo en el río Jordán, el Maligno se da cuenta que la intriga que armó en Belén cuando
nació y murieron inocentes fue inútil pues José y María lograron escapar con el niño[1] Y
pasaron 30 años para que el Padre lo presente y desde ese momento el hijo de María sera conocido como Hijo de Dios quien recorre Judea anunciando el reino y proclamándose Mesías, la gente lo seguía por interés pero cuando hablaba de su divinidad lo
dejaban con los fariseos a quienes enfrentaba y cuando intentaban apresarlo se
escabullía pasando a otra aldea donde empezaba de nuevo.
Se convenció que le buscaban y seguían porque
hacia milagros y sanidades pero no
creían en su divinidad y el viernes anterior a la Pascua mientras sus
discípulos fueron por comida, aguardaba en el pozo de Jacob en Siquem entablando
conversación con una mujer samaritana que llegó a sacar agua revelándole su pecado y quién era, ella le cree y retorna con sus
vecinos que hacen lo mismo quedándose entre ellos el tiempo suficiente para sembrar la Palabra que el Padre le encargó.
Después de Pentecostés la visión de los doce cambió y la Palabra corrió como mecha de pólvora, fue llevada a Roma y el resto del mundo conocido entonces libre de prejuicios y guiado por el Espíritu Felipe llegó a donde el Maestro se había declarado confirmando su resurrección y tuvieron fe, entonces los apóstoles enviaron a Pedro y Juan quienes oraron para que recibieran el Espíritu Santo[3]. Mientras los judíos intrigaron desatándose las persecuciones donde los discípulos murieron martirizados.
Como los suyos no le creyeron ni recibieron, la Iglesia Primitiva funcionó
entre samaritanos que son descendientes de los otros hijos de Jacob y representan la oveja perdida que vino a buscar. Se sintieron honrados con su presencia por eso se quedo entre ellos dos días.[2] y ningún evangelio lo menciona porque a pesar que eran parientes no se trataban
La carne murió pero Jesús el Verbo resucito y quedo libre. Si lo creemos nos dejó pasos para acercarnos a su Santa
Presencia; primero reconociendo que soy pecador y necesito la salvación de mi alma, luego confesándole como Señor y Salvador y donde dos o tres se reúnen en su nombre fiel
a su promesa Él estará presente[4].
Esto es el verdadero
encargo y no el circulo mediático que arma Jorge Bergoglio y compañía pero
para hacerlo hay que creerle y recibirle como los samaritanos y ahora hacemos los
verdaderos creyentes que le adoramos en espíritu y verdad.
