domingo, 14 de febrero de 2016

Mensaje Escondido en la Transfiguración

 Los rollos para que no se traspapelen eran


numerados siguiendo una secuencia. Por comodidad y para poder llevarlos de un lado a otro se juntaron formando libros. Los treinta y nueve que conforman el Antiguo Testamento eran leídos cada semana hasta completar un año. Para facilitar su lectura éstos fueron separados en capítulos y versículos. Esta iniciativa se imitó con los veintisiete del Nuevo Testamento.

 En el Evangelio de Mateo el versículo 16:28, Jesús promete que antes de morir algunos de sus discípulos verán a Dios. Como acaba el capítulo, pareciera una promesa. Pero no es así porque en el siguiente continúa el relato declarando: Seis días después acompañado de Pedro, Jacobo y Juan, subió al cielo donde vieron al Padre.


 Cuando terminó aquella visita de cortesía, pero inesperada para ellos; Jesús les ordenó que no la mencionaran hasta después de su resurrección.

Jamás ningún mortal estuvo en el cielo y vivió para contarlo. Este suceso era una triple bendición, pero después de la resurrección Jacobo muere a espada y Pedro es perseguido, escapa a Roma y muere más tarde. Juan cuando anciano comienza su Primera Carta contando aquella visita y describe a Dios como la luz donde no hay tinieblas. 1 Jn 1:2,5

Quien escribió el Apocalipsis desconoce que Jesús resplandece entero y no solo el rostro pues ve una espada de juicio saliendo de su boca que no es certero, con su ofrenda y sacrificio todo aquel que cree será salvo.

 En dos ocasiones se confunde y postra ante un ángel además se presenta como Alfa y Omega, primero y último ese no es Dios menos el Hijo pues ambos son eternos. 

Todos los creyentes son salvos por gracia lo demás es proselitismo religioso.

 Martin Lutero dijo que no debería figurar porque no hay forma de detectar que fue escrito por inspiración del Espíritu y nosotros por lo que dijo sabemos que fue un homónimo pues nunca estuvo en la Trasfiguración