Navidad
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lgunas familias que no se
ven en el año por diversas circunstancias se reúnen para
festejar el nacimiento
del Salvador que la Iglesia tradicional enseña e insinúa fue un 25 de Diciembre y celebran olvidando el carácter mesiánico del evento. Otras religiones
sostienen que aquel día nacieron sus deidades, sugiriendo con eso que son
idénticas. Esto no es certero Jesús nació el día que fue crucificado 33 años
más tarde y el evangelio de Mateo capítulo 2 lo menciona entre líneas y
compartimos para edificación y no contender:
Los Reyes Magos se perdieron porque sus cálculos astronómicos fallaron por 8
kilómetros y llegaron a Jerusalén el día que
celebraban una fiesta y supusieron que
era por el nacimiento, Herodes les dijo
que no y los envío al lugar exacto. Por protocolo debió acompañarles pues eran
autoridades. Fue colocado por los romanos y quería congraciarse con el pueblo, por ello prefirió quedarse. Si alguien hace
una fiesta importante en casa es mi deber estar presente, aquel les dio la
dirección permaneciendo en palacio y les pidió le confirmarán su hallazgo para
ir en otra ocasión.
Provenientes de Nazaret horas antes pasaron por el lugar José y María
quienes por razones
obvias desconocían su tiempo de gestación pues de haberlo sabido no hubieran
hecho la travesía que duró tres días. Cuando llegaron celebraban la Pascua, su
fiesta más importante que coincidió con el censo y como no encontraron hospedaje, se
acomodaron en una cueva refugio de pastores que estaba vacía porque no era
invierno cumpliéndose el alumbramiento en Belén.
La anécdota de los reyes magos nos da una
razón para no practicar la adivinación, alguien puede salir dañado en este caso
tres días después murieron niños inocentes.
Resumiendo: Jesús nació el día que fuera crucificado y si
cree que ofrendó su vida por vuestros pecados él vive porque hay una palabra
que está cerca de su boca y corazón: Si creyere que resucitó y confesáre con la
boca que es el Señor tendrá vida eterna. El mejor regaló que podemos tener es
aquello. Recíbalo como Salvador de su alma. Lea Juan 17:3
