El Cumpleaños

La costumbre de celebrar cumpleaños es

tan antigua como el hombre, los judíos no lo hacen. Los casos que se mencionan en la Biblia de Nabucodonosor y Herodes, fueron puntuales, pero ninguno creyente. El primero rey Asirio y el segundo idumeo; testaferro de los romanos.

Nos dice Mateo 2:1 los magos llegaron siguiendo una estrella, como se ven de noche y la ciudad estaba iluminada preguntaron por el rey que había nacido, pero no, se equivocaron a 8 kilómetros en Belén vio la luz a quien buscaban. Desconocíamos su paradero después que huyeron a Egipto. Los fariseos tenían el poder religioso manejaban el Sanedrín y dictaron leyes que el pueblo consideraba dañinas los reclamos en boca de Jesús contra el Corbán, la cantidad de pasos en sábado, o trabajar, cargar peso, ni buscar un becerro extraviado se podía intentar. Conseguían prosélitos hablando bonito y los hacían más pecadores con sus leyes absurdas que ni ellos cumplían. La voz de Jesús reclamaba por aquellas injusticias, tenía autoridad y no podían acercarse bajo ningún pretexto para apresarlo y juzgarlo según su ley. La muchedumbre que congregaba para escucharle lo impediría lograrían su objetivo si lo encuentran solo. A pedido de Jesús, Judas prepara una reunión y comete infidencia al avisarles a los fariseos.

 Nadie sabía lo que iba a suceder sin embargo Mateo y Marcos hablan en sus evangelios de preparar la cena a la que nunca llegó pues lo apresaron el día anterior. Parece que en la traducción alguien se equivocó e hicieron decir cosas no certeras. Lo curioso es que Mateo y Marcos que lo conocieron y caminaron con Él no lo comentan, pero si Lucas y Pablo que no fueron testigos presenciales. La iglesia de aquel tiempo los considera creíbles. Parece que aún nos quedan rezagos de aquella doctrina perniciosa que practican algunos creyentes festejando su nacimiento en otra fecha y utilizan de control para saber quiénes o no están con ellos y siguen sus herejías.

El Señor lo dijo no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra sale de Dios. Por eso los cristianos evangélicos y protestantes leen la palabra la disciernen y eso debemos practicar cada día.

Tenemos el sueño de ver a todos los creyentes festejando el de Jesús porque lo hacemos de todos menos de quien dio su vida por las nuestras.