El Verbo

El Verbo

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erodes se sintió burlado por los Magos de Oriente y airado tres días después del nacimiento envió soldados a Belén para eliminar a todo menor de 2 años[1].

Telescopio Hubble

Avisados y por la noche los padres huyeron con el recién nacido a Egipto [2] entonces Dios se apartó hasta el día en que saliendo de las aguas del Jordán reconoce al nacido de María por su voluntad como al Unigénito y desde ese momento es conocido como Hijo de Dios[3] empezando la labor para la que esperó 30 años entretanto Satanás intriga para lo ejecuten pero los fariseos se equivocan con Juan el Bautista[4] mientras el Verbo prosigue con su misión que culminó en la cruz del Gólgota.

Luego de dar evidencias que vive y dejarnos instrucciones ascendió al reino celestial[5]. Y en Pentecostés  algunos fueron ungidos con poder de lo alto entonces semanas después se desata la persecución y muchos fueron encarcelados o eliminados[6]. Los sobrevivientes fueron participes de la intriga porque el Maligno tentó ofreciéndoles riquezas y el mundo para que le obedezcan y como desconocían doctrina, no fueron testigos de la resurrección, ni recibieron poder de lo alto le hicieron caso eligiendo a Lino que estaba en las mismas condiciones que sus electores continuando en la carne la misión del espíritu porque

ninguno de ellos conoció al Maestro y siguieron la costumbre mundana que a Dios desagrada; de hacer imágenes.

Nebulosa del Cisne

Pedro y Juan escapan al único lugar donde Jesús permaneciera dos días y nació la Iglesia[7]. Allí bautizaron con fuego a quienes continuarían con la comisión; llevar el evangelio al mundo conocido. Por otro lado la resurrección trajo fruto porque nadie  podía ver a Dios y vivir para contarlo actualmente donde dos o tres creyentes se reúnen en su nombre verán la gloria de Dios[8]  y está presente si cumplamos aquella ordenanza.

 Lo que sucedió fue profetizado y suponer que el Padre lo permitió para que algunos puedan adorar otros dioses es porque no tuvieron un encuentro bebiendo el agua viva [9] que ofrece y nunca más tengamos sed entonces entenderán por qué no son necesarias las imágenes para servir y adorar a Dios y las obras que valen son obediencia, ayuno, oración, vigilia y la lectura de su Palabra.

  "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre." [10]

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.[11]

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[1] Mat 2:16

[2] Mat 2:13

[3] Mat 3;17

[4] Mar 6:25

[5] Hech 1:8

[6] Hech 8:1

[7] Jn 4:40

[8] Jn 17:3

[9] Jn 4:10

[10] Juan 14:12

[11] Juan 4:24