Un profesor de música en
la especialidad de guitarra, ganó una plaza donde todos los admitidos fueron
recibidos como se estila en la zona libando alcohol. Consideramos que hacerlo
es falta de respeto, amor propio ademas existen innumerables razones por las cuales
aquello no era ético, los borrachos no heredaran el reino de
los cielos y aquel fiel al cristianismo que profesa se rehusó. Por aquel acto descubrió
un submundo donde todo funciona como fuente ovejuna y se compró el lio con el
director que lo empezó a discriminar.
En el mundo espiritual hacerlo
por tomar o no santa cena es actuar como inconverso y desconocer que la palabra
que nos fue dada tiene poder para limpiar el pecado.
Jesús era consciente que había nacido a 8 kilómetros en Belén y la noche que llegaron los magos a Jerusalén celebraban la Pascua. Quiso reunirse con sus discipulos la noche anterior y le pidio a Judas la organice quien ni corto ni perezoso le conto al Sanedrín y este se puso de acuerdo con los romanos para apresarlo sin causar alboroto ni daños que lamentar.
Pablo ignoraba que en la aldea de Belén había nacido Jesús y practicó la doctrina de tomar la cena de manera indigna para motivar a los fieles a permanecer en Cristo porque lo que nos limpia y santifica es la palabra y eso debemos hacer sea en la denominación que fuere. El Señor viene por los redimidos no por ellas. El tomar cena cada semana, mes o año no se santifica más que quienes no porque Él nació y murió en Pascua y si de verdad queremos agradarle debemos invitar a todo el mundo creyentes o no en Pascua un pedazo de torta para recordar al que dio su vida en el suyo para que festejemos los nuestros.
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